A dónde caminar, hoy que veo tantos senderos abiertos, pasillos largos ¿salidas o comienzos…?
Ayer estaba decidida, posiblemente equivocada, pero caminaba convencida, creía saber a donde iba.
Hoy con la mente y el corazón ungido de iniciativas me complico la existencia.
Existir debe tener un fin, me repito una y otra vez, el ser tiene un deber; me consuelo erguida en ánimo. Con esta premisa camino y exploro entre gritos, sollozos y silencios nocturnos el destino de mi vida.
Me amarro de ayeres que no quiero repetir y dibujo maquetas de cada pasaje, pero ninguno de ellos me revela lo que quiero.
Y aunque parezca ingratitud “ese pensamiento” me convierte y me conduce a descubrir lo que apenas hoy veo: pirámides de alientos que llegan a mí sin preguntarme si lo deseo. Ventanas a mundos que no conocía…ahora los respiro sin asombro. El tiempo en mi tiempo, los rostros benévolos, las manos tendidas, paisajes divinos se adhieren a mi vista y me despiertan de aquel sueño en el que sólo pienso.
Los sueños nos ayudan a caminar, no podemos dejarlos a un lado. Vivir es soñar, buscar, encontrar y volver a buscar... creo. je. Vuelve por acá a lo tuyo: escribir,
ResponderEliminar