jueves, 14 de octubre de 2010

Un día para decir aDIOS

Un día para decir adiós,
para soltar recuerdos anclados a tu Nombre
y abandonar el cielo extenso que se acuesta en el regazo de los montes
para llover sobre ellos sin descanso ni compasión

No bastan las palabras, ni las manos, ni los ojos, ni el olfato que se ha adiestrado en este mundo para marcharse tan aprisa.

Ni los lustros, ni los siglos bastarían…

Y habrá que irse tan natural como se aleja la voz del viento
como los días nos dicen que no son nuestros

La mayoría de mis sueños;
entrañas de mi alma
se han sentado en la orilla de esta Vida a silbar como si nada sucediera,
y se piensan sinceros,
y se laceran creyendo que marcharse es el fin

¡Han nacido ciegos y sordomudos !
Te pronuncian a diario y no conocen tu verbo
¿Como deshacerme de ellos,
y revestirme como el ciruelo de aquel huerto?
¿Como llamarte sin declamar tu Nombre?

¡Tantos pasos cortos en un camino lacerado!
Arráncame los “No“ de mi existencia,
corta la mano mía que me lastima,
que te niega cuando me siento tan independiente.


Sandra Vidal.D. R. ©

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