sábado, 11 de diciembre de 2010

DÍAS QUE PRONUNCIAN MI NOMBRE


La danza de los árboles,
las oraciones que pronuncia el viento con su vaivén
son deleite, son recuerdos…
que me llevan allá, de prisa sin detenerme en sueños

Los días así, cristalinos y enormes de luces de atardecer me conocen,
saben mi nombre,
lo cantan una y otra vez llenando su boca con mis letras;
y yo que a veces lo ignoro/y yo que a veces lo abandono/ que a veces me olvido
de vuestras terrazas floridas y cálidas,
de lo bien que me hace mirar desde voz el amanecer
y dejar que vuestra noche oculte la fugacidad de las aflicciones que me atormentan
para luego contemplaros,
aprender de memoria vuestros colores,
vuestros aromas y la ilusión de todo lo que veo.

Hincándome ante la dulzura de voz,
con regocijo de haberos conocido aunque fuese superficialmente,
con el corazón de agua y reflexivo os procuro.

Sandra Vidal.

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