viernes, 30 de diciembre de 2011

Besos de tu boca

Los años largos
amantes de tu boca,
de un cielo que es tierra;
cuna eterna que nos mece.

Besas con los besos que alimentan:
frutos rojos , maíz, leche.

Boca que me nombra sin nombrarme,
palabras que en oídos no maduran,
voces que llaman a los hijos que aún no llegan
que duermen en algún lugar remoto del cosmos.

Almuerzo tus besos de vida eterna
Y en la noche cuando voy quedándome dormida
me da por imaginar que son estrellas.

Recorro tu boca con mis manos y pienso: Tus besos que nunca me falten…
Tus besos
hojas de limón sobre el viento,
palomas adorando a un Dios recién nacido.

Besos que murmuran otro mundo
donde soy lago, luz, selva.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Pasado eterno

El pasado que llueve de luces, que rescata, que bautiza;
se reflejará en los años venideros como la luz blanca del sol que alcanza el tiempo sin proponérselo.
Sombra luminosa llena de llantos y sonrisas
que se apresura a alumbrar lo que viene.

A veces tiemblo de nostalgia:

El olor de las almendras, el mar en mis pies, el beso que espera, los peces en mis manos, mis palabras en tu boca, el árbol que abracé, las velas humeando, el caer de las hojas, los inviernos, los cielos amplios, los días pequeños, las horas que eran pocas, que siguen siendo…

Añoro cuando el tiempo era tiempo y no lo que ahora es.

lunes, 12 de diciembre de 2011

AYER

Como una niña malcriada miré ayer por una rendija el pasado: Días con olor a lienzo, agua bendita en los ojos, la madre, el gato negro. Los mismos rostros, diferentes escenarios… se me llenó el corazón de invierno; más el tiempo, que sólo es tiempo de vuelta como una ola me arrebató el recuerdo y me dejó en las manos piadosas del presente.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Decidida

He decidido no perder ni un instante…
no voltear, permanecer pendiente
hacer largas visitas con los ojos
a la tierra menguante del deseo
y dormir al sol caliente de los días, que aún son días
cuando siembran recuerdos.

He decidido tocar con la punta de mis dedos las tardes anochecidas,
vacías,
colmadas de senil anhelo.
Soportar el agua crecida de los años
y los vientos de las memorias galopando como caballos al cielo.


Ha sido larga la búsqueda y corto el encuentro;
maravillas y pesares trenzados a un mismo tiempo,
y sé bien que no hay descanso mientras mis ojos sigan despiertos.
Sandra Vidal. D. R. ©

martes, 13 de septiembre de 2011

Los 19 consejos del Dalai Lama

1.- Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.
2.-Cuando pierdes, no pierdes la lección.
3.- Sigue las tres R: Respeto a ti mismo, respeto para los otros y responsabilidad sobre todas tus acciones.
4.- Recuerda que no conseguir lo que quieres a veces significa un maravilloso golpe de suerte.
5.- Aprende las reglas, así sabrás como romperlas apropiadamente.
6.- No permitas que una pequeña disputa destroce una Gran AMISTAD.
7.- Cuando creas que has cometido un error, haz algo inmediatamente para corregirlo.
8.- Ocupa algo de tiempo cada día en estar solo.
9.- Abre tus brazos al cambio, pero no te olvides de tus valores.
10.- Recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta.
11.- Vive una buena y honorable vida, así cuando seas mayor y mires atrás, podrás disfrutarla por segunda vez.
12.- Una atmósfera amorosa en tu casa es el cimiento para tu vida.
13.- En discusiones con alguien querido, ocúpate sólo de la situación actual, no saques a relucir el pasado.
14.- Comparte tu conocimiento, es la manera de conseguir la inmortalidad.
15.- Se considerado con la tierra.
16.- Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado.
17.- Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.
18.-Juzga tu éxito, según lo que has sacrificado por conseguirlo.
19.-Acércate al amor y a la cocina con osada entrega.

lunes, 1 de agosto de 2011

Escribir o no escribir, ese es el dilema.


Un enorme misterio envuelve la historia de la literatura universal.
Diferentes hombres dotados de talento, con un destacado don literario, deciden en algún momento de su vida callar. Dicen NO a la creación literaria.

Pero, ¿qué razones los orillan a decir no? ¿qué motivos los aíslan definitivamente del mundo de las letras?

Las razones son aparentemente variadas y la mayoría de ellas carecen de fundamentos reales o al menos convincentes.

¿Cómo comprender que escritores como Rulfo o Sallinger abandonan el oficio de escribir? ¿En qué momento muere la musa?

Cuando le preguntaban a Rulfo por qué ya no escribía, él solía contestar
“Murió el Tío Celerino que es quien me contaba las historias”.

La excusa es asombrosa y hasta podría decirse que la justificación está dotada de una enorme imaginación y originalidad, tal como la del escritor español Felipe Alfau quien usó como pretexto el aprender la lengua inglesa para justificar un largo silencio literario de cincuenta años.

¿Por qué callar?, ¿Por qué mutilar una etapa floreciente? o bien, ¿por qué jamás comenzar? ¿por qué retirarse antes de empezar la carrera? En el caso de aquellos creadores que optaron por no crear, que dijeron NO antes de dar a conocer lo que pudo llegar a ser una gran obra.

¿Pero, de dónde viene este mal? ¿Esta extraña enfermedad del silencio? ¿Este síndrome de Bartleby, aquél oficinista del relato de Herman Melville que cuando se le encargaba un trabajo o se le pedía que contara algo de su vida respondía siempre con la misma frase: “Preferiría no hacerlo”.

¿Es acaso miedo, inseguridad, egoísmo, vanidad? o es esta decisión más bien un alivio y no un infortunio para el escritor que abandona el mundo literario.

¿Es el encuentro a la claridad o una confusión que raya en la locura...?
Cuando un hombre como Caudou sustituye la ilusión de escribir por la agobiante idea de sentirse mueble, a partir de aquella reunión con el escritor que más admira; o cuando un hombre deja de escribir porque considera que no es nadie como en el caso de Pepín Bello, o bien cuando la fama se torna insoportable porque depende del "juicio de los demás" como decía Séneca; o cuando un escritor pasa una infinidad de tiempo sin escribir una sola línea porque anda en busca de un adjetivo como Pedro Grafias.

Cuando un hombre sea cual sea la excusa decide decir NO, es un hombre liberado, porque como decía Chamfort “Casi todos los hombres son esclavos porque no se atreven a pronunciar la palabra NO”. Sin embargo en el caso de los escritores del NO, esta liberación entierra para todos nosotros la posibilidad de disfrutar de un mundo de historias virtuosas y fascinantes.

Porque creo como cierto que el artista al nacer, jamás deja de serlo, simplemente, en ocasiones lo oculta, y lo disimula bien con el silencio.
Bien dijo Pere Gimferrer “el poeta sigue por las noches soñando poemas aunque no los escriba ya”. Refiriéndose al poeta catalán J. V. Foix cuando había declarado que su obra estaba ya cerrada.

SUBIBAJA

X _ ¿No sé qué pasa? Las piernas ya no me responden.
Y ¬_ Tranquilo, no pasa nada. Ya falta poco.
X _ Te dije que no era buena idea.
Y _ Ya no hables.
X _ Me estoy mareando.
Y _ Respira, sólo respira.
X _ No puedo seguir, ya no siento las piernas.
Y _ Sólo tranquilízate.
X ¬_ Yo no quería subir, ¿por qué me hiciste subir?, ¿y si me muero?, estoy muy mareado, tengo mucho miedo. ¿Dónde están los demás?
Y _ Ya los dejamos atrás, seremos los primeros en llegar.
X _ Por qué no los esperamos y descansamos un poco.
Y _ No, ya casi llegamos. Por qué no lo disfrutas, ve el paisaje, ¿no es lo mejor que has visto en tu vida? Aquí el cielo es distinto, el aire huele a vida. Respira profundo, anda respira profundo, siéntete vivo. Ve que inmenso es todo esto. ¡De verdad que no somos nada!
X _ Estás completamente loco, no sé cómo pudiste convencerme. No encuentro ningún placer en esto. Voy a vomitar.
Y _ ¡Ya, no exageres! Ya llegamos, lo ves, ¿no es maravilloso?, ¿cómo te sientes?
X _ Mareado, tengo vértigo, estoy casado, y por si fuera poco todavía hay que bajar.
Y _ Toma un poco de agua. No pienses en bajar, eso será fácil, ven acá, deja que te desamarre eso, cierra los ojos, respira profundo, anda cierra los ojos.
X _ ¡Nooooooooooooooooooo!
Y _Lo ves bajar siempre es más fácil.

miércoles, 27 de julio de 2011

ÍNDICE Y PULGAR ( Short short story).


Al siguiente día ella intentó tocar el piano nuevamente. Él tomó el periódico que estaba sobre la mesa, quiso leer algo, pero el recuerdo de la pálida mano ensangrentada con los dedos mutilados no se apartaba ni un instante de su mente. Arrugó el papel periódico y lo tiró furiosamente al piso. Por cada nota malograda que escuchaba se hacía la mima promesa: tirar la tijera podadora. En el fondo le agradaba como tocaba el piano.

Sandra Vidal.D. R. ©

¿Qué es azul?

Azul es:

El amor
El mar
Los ríos
Los globos
El cielo
Los sueños
Los ángeles
La magia
La Vida
La amistad
La poesía
Las nubes
Los peces
Dios
El llanto
Los besos
Algunos silencios
La fe
El alma
La salud
Los novios
El viento
La noche
La inteligencia
El agua
Los niños
La distancia
Los recuerdos
Los deseos
Los muertos
Los secretos...

lunes, 25 de julio de 2011

CORAZÓN

Una pirámide es mi corazón;
astro en mi cuerpo
luz de día , luz de noche
¿Cuántas palabras me dice
cada vez que escucho?
Vigilante me sigue
y no le siento porque es de naturaleza sutil;
sutil como el espíritu.

Despierto está en mí;
el que nunca duerme,
suave lince rojo;
hincado ante ti quiero verme.

¿Cuántos himnos debo cantarte?
Sol de mi cuerpo
¿Cuántas albas , cuántos ocasos,
cuántos adeudos?

¿Qué cantos entonaré,
qué deberán decir?
¿Con qué voz lo haré sino es con la de adentro?

Sandra Vidal.D. R. ©

miércoles, 6 de julio de 2011

ALAMEDA


Parece alegre la alameda
la gente se desase en pasos,
la explanada es un pandero
que suena como un mar bravo.

La alameda ha sido tu puerto,
naufrago de días de pantano.
Hallé tu rostro como un libro
tirado en el asfalto.

Tus mejillas como hojas amarillas
se despegaron de tus infantes años,
tu boca no tocó la mama láctea
por eso miras con ojos de dardos.

Tu piel soleada
tirada al tiempo
revela dolientes
pasos.

Mi niño mártir,
más niño que un niño
aún con el rostro redondo ya has envejecido.


Tus cabellos, negras serpientes erguidas
niño de todos, niño de nadie: niño mío.
sombra escueta que turistas retratan:
eres el paisaje de mi nación, pero te niegan la patria.

Sandra Vidal.D. R. ©

Algún día recibí el poema más bello. Tú primer y único poema que según me dijiste te sacó un “dolor de cabeza”, y yo te entrego estas palabras a ti que siempre has estado presente. Donde quiera que estés aparte de mi mente.

NIÑO DE ABRIL

Aún te sueño en días de lluvia
como hoy (hace apenas un rato).
Estabas ahí con un montón de rosas rojas
frente a la puerta de mi casa;
y entonces recordé el dulce sabor de las uvas en mis labios.
¡No he vuelto a probarlo!

Te miré jugando con el agua
con tu risa de niño travieso.
Recordé cuando nos encontramos;
las miradas nos unieron.

Tus ojos azules,
azules
que nunca fueron
pero así los recuerdo:
como laguna,
como un cielo abierto.


Siempre contigo...
antes y después de ese día negro;
negro de llantos, de ojos cerrados y rezos.


Niño de abril
en silencio
te llevaste las palabras
y dejaste para armar
las letras regadas en mi pecho.

Ahora comprendo porque querías que brillara
pero no resplandeciera;
el destello que deslumbra es la luz que ahora me ciega.

Me sorprendo buscándote en los rostros que caminan a mi lado.
Niño de abril,
de ojos bellos
cómo apagó el resplandor de ese añil eterno .

Sandra Vidal.D. R. ©

martes, 5 de julio de 2011

SECUELAS




Te envuelve el llanto mío de tantos años…
tres lustros de agua de mar;
corrieron las lluvias del cántaro
sostenidas en un rudo brizar.

Aguaceros de tempestades te inundaron
como fértil tierra irrumpida por el mar

¡Qué gran diluvio el que ahora vives!

Tú que te fuiste
por temor de acompañar mis dolencias
que pudieron vaporar.

¿Quién diría que el llanto mío te traería secuelas…?
Que iría corriendo tras de ti
como ola furiosa que se traga la arena

¿Quién diría que la sal a mí entre luces me acogiera?
lejos del mar, lejos de ti y de lo que era.

Sandra Vidal.D. R. ©

viernes, 6 de mayo de 2011

SEQUÍA


Esa palabra que despunta tus labios hacia el frente
que echada al viento era un abril ardiente,
un beso de luz entre los árboles;
no me la entregas más a mí.

Y no puedo decir nada
porque sé que no sabes dar
como el sol da a todos por igual.

Porque jamás, jamás, ni en cielos blancos
ni en prados florecidos podrás mirar;
pues ciego te has apegado a un bastón
como si fuera tu carne.

No me inquieta ya más nada:
tu naturaleza dormida,
tu tardo instinto
te hace más daño a ti:
te empolva, te envejece.

Tu amor de espadas
que no protege ni mata,
se ha secado como árbol sin nombre.

Sandra Vidal.D. R. ©

jueves, 28 de abril de 2011

TUS NOMBRES

Un collar de nombres te he puesto para nombrarte incesantemente,
y andar por el mundo despierta con tus nombres en la mente.

Tus nombres como campanas que tocan mi tiempo;
tiempo de ti, de ti junto a mí;
tus nombres, mi linterna;
tus nombres, mi consuelo.

Llevo tus nombres atados a mis tobillos,
entre mis ojos,
en mis oídos;
es todo mi cuerpo la casa cálida donde encuentran consuelo.

En un racimo de días azules te habré pensado varias veces
¡Qué hermosa que eras!
Y te nombré, te nombré…
Pienso que tal vez tu rostro se parezca a alguno…
¿Pero tu voz, tu mirada?

Cuando se trencen los caminos,
y el manto purpura del anhelo caiga como frágil pétalo.

Cuando en el mar amanecido seamos olas cara a cara;
tus nombres serán banderas al viento,
corazones enraizados,
coronas de poesía;
y entonces, podré dejar de nombrarte en silencio.

Sandra Vidal.D. R. ©

viernes, 4 de marzo de 2011

HASTÍO

Me hastié de ti,
de tus miradas inconclusas,
de tus manos diminutas,
de las palabras que no acaban.

Me hastié de tanto ir y regresar,
de tratar de prevenir con este olfato roto
los olores de tu casa, de tu piel.

Esa noche en la iglesia me hastié de ti,
de tu cabello obscurecido,
de la corpulencia de tus dedos,
de tu lógica, de tus versos .

Me hastíe tanto de ti, y tan de inicio
que creo que lo nuestro sólo fue correspondencia:
tú salvarme, para yo salvarte
de esas aflicciones que nos reunían:
huesos rotos, erupciones de años, noches de velorio y desvelos.

¡Cuánto estuvimos en las dolencias y que poco en las dichas!

A veces me esfuerzo en recordar ¿Cómo es que nos encontramos?
Algo andabas buscando en mí, o fui yo quien encontré algo en ti;
Ya no recuerdo, pero pienso que algún día debimos haber
bebido la leche del alba como licor nocturno,
y entonces nos perdimos, ¿o fue muerte natural?


Sandra Vidal.D. R. ©

sábado, 22 de enero de 2011

PRIMER ENCUENTRO CON LA MUERTE


Como un amanecer deshabitado,
mi amante sobre el lecho.

Aquellas que fueron rosas
que incendiaron con su aliento mis besos,
hoy sólo un lánguido pensamiento que prolonga el duelo.

Tu sombra como una sábana mortuoria cubrió mi cuerpo.

Tu nombre persigue mi vejes,
Y en la febril morada del recuerdo,
muero y vuelvo a nacer en el desvelo .

Larga agonía unge mi cuerpo ,
más nada sería más cruel que haber extraviado tu nombre en el tiempo.
Sandra Vidal.D. R. ©

jueves, 20 de enero de 2011

Meditación II


Miro el cuerpo solo,
Lo que dura un grito, un sollozo
El fugaz brillo de los ojos …
como los besos que el amante juzga eternos

El terror de hallar vacio,
vence el esplendor del pensamiento,
y como el pez y la serpiente;
uno en agua , otro en tierra
se deslizan y se agitan en el mismo sitio,
sin poder jamás uno de ellos ir a donde va el otro;
así la mentira de las formas no nos deja ser más de lo que somos:
las pieles luminosas que “perduran”,
la brisa de la voz en los oídos.

Así esta boca que día a día descubre palabras, no es mía.
ni las manos que acaricias,
ni los risos cobrizos,
ni los oscuros ojos que pensaste tan míos…

Sólo apariencia que torna a ser fin:cenizas, residuos;
más los pasos que hemos dado ¿a dónde irán?


Sandra Vidal.D. R. ©

Meditación I


¿El recuerdo existe: el aroma, sus imágenes?

Aquel que yace en mi andar de improviso,
sin desear esculpirlo o detenerlo.

Aquel que se alza como un cúmulo de seres de vida intermitente
que en ocasiones encienden los serenos labios.

¿Qué es?, si es, el recuerdo en esta tierra fugitiva de agua y de sollozos que es la realidad.

Sandra Vidal.D. R. ©