Te esquivo, porque me haces falta;
en la noche cuando platicamos,
me haces falta
En los días que te veo
aún más que cuando ignoro dónde andas.
No logro abandonarte,
vas pegado a mi espalda
y en los caireles de mi cabello
se enreda tu vida y me haces falta.
Peleo con tu imagen ya cansada en mi memoria
y me reconcilio dos mil veces,
y te beso y vuelvo a odiarte porque me haces falta.
Te pierdo y sé que no te has ido,
¿en qué parte de mí escondes tu alma?
Sandra Vidal.D. R. ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario