Extraño tus ojos de tierra y lluvia
y la luna menguante de tu boca
y tus manos limpias
y tu cuerpo en mi tiempo
Me extraño contigo
vaciándome de recuerdos
en un arrullo de silencios
Extraño la ceguera de nuestras penas
las ramas de los árboles girando desde la ventana
el amanecer, que no fue amanecer en la playa
y las letras en la arena que se marchan
Extraño la noche mirándonos con los ojos abiertos
y tu cabeza soñándome
mientras las horas
a veces navajas / a veces cielo
Extraño sentarnos en la banca a que pase el tiempo
y a los otros mirándonos y mirándonos…
Extraño nuestros cuerpos confesos
la necedad de nuestro destino
los días de búsqueda y nuestro encuentro.
Sandra Vidal.D. R. ©
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